El decimotercer mundial de futbol de salón ya es historia. En Tecate y Tijuana se escribió un nuevo capítulo de la historia de este hermoso deporte, que comenzó a difundirse como reguero de pólvora por todo el orbe poco tiempo después de la genial concepción del profesor uruguayo Juan Carlos Ceriani.
Primero fue Sudamérica el pilar de sustentación de las lides internacionales que arrancaron en 1965 en el estadio Comuneros de Asunción, donde en aquel caluroso mes de enero y a tiempo de la paralela fundación de la Confederación Sudamericana, se realizó el primer evento por naciones, que dejó como campeón invicto a Paraguay, vice a Brasil, tercero a Uruguay y cuarta a Argentina.
En Belo Horizonte, en marzo de 1980, fue el primer serio intento de organización mundial, el antecedente principal de la justas ecuménicas que llegarían inmediatamente después. En el estadio Mineirinho de Belo Horizonte, cuatro países cumplieron aquel torneo pionero. Paraguay otra vez fue el campeón, batiendo a Brasil a domicilio en la final por 3 a 2, mientras México quedaba en la tercera posición y Francia en la cuarta.
Dos años después se celebró el primer mundial oficial, que lo ganó Brasil al superar 1 a 0 en la final a Paraguay.
Hoy se completaron trece ediciones. Y Paraguay se soltó en solitario a la cabeza de la estadística con cuatro logros, seguida por Colombia con tres, Brasil y Argentina con 2, Venezuela y Portugal con uno.
Gráfico gentileza de Nicolás de León @nicodeloeonorue